El alcantarillado en Venecia: un tema que suscita interés

Venecia es una de las ciudades más bellas que existe en el mundo y sus canales son uno de los atractivos turísticos más relevantes de la ciudad. Sin embargo, estos canales suscitan una serie de dudas en relación a los desagües en la ciudad italiana. ¿Qué pasa con ellos realmente? ¿Se tira todo del canal o existen fosas sépticas? En este artículo explicaremos en qué consiste el alcantarillado en este magnífica ciudad de Italia.

Gatoli: un elemento crucial en el sistema de alcantarillado

Sin duda, el tema de la red de alcantarillado en Venecia es un tema que despierta mucho interés para quienes quieren entender la forma en que funciona una ciudad construida en una laguna hace más de 1.000 años. El tratamiento de las aguas residuales en Venecia es uno de los temas que genera mayor intriga, así como su historia y las bellezas artísticas que hay en la ciudad.

Construir una ciudad de la laguna como hemos indicado anteriormente, fue un gran desafío y muchas preguntas de quienes visitan la ciudad de Venecia se centran en el funcionamiento. Aunque Venecia es una ciudad moderna en lo que respecta al acueducto, los sistemas eléctricos y de gas, se adoptó una solución especial para el alcantarillado. Hasta los años 60, los desagües se canalizaban hacia los llamados gatoli, que son conductos de ladrillo en los que por debajo de la calle llegaban los canales.

Se trata de un ingenioso sistema que fue proyectado en el siglo XVI.

Muchos túneles se construyeron con ladrillos de arcilla y fueron diseñados para que el seguimiento más pesado permaneciese en el fondo, mientras que la parte líquida llegaba el canal. Los gatolis que había en la ciudad se empezaron a vaciar constantemente de su parte sólida. Por tanto, se logró una solución ideal y se centraba en que las calles de la ciudad quedaban limpias.

Ese sistema duró hasta los años 60 cuando el boom económico llego a Venecia. El uso de lavadoras y lavavajillas se hizo popular en los hogares de los venecianos. En ese momento, los gatoli comenzaron a recibir más agua de la que se usaba en el pasado y se decidió proceder con intervenciones extraordinarias donde era preferible un mantenimiento ordinario.

Para no bloquear la salidas de los gatoli, en los canales, las bocas fueron desplazadas cada vez hacia arriba, con el resultado de que durante la marea baja estaban descubiertos con consecuencias desagradables. Las pésimas condiciones higiénicas y los insectos son algunas de ellas.

Años más tarde, se buscó una solución, que consistía en hacer un mapeo de ellos y que fue útil. A pesar de los esfuerzos, resultó imposible completarlo, puesto que el sistema se había modificado a lo largo de los siglos. Por tanto, se abandonó el proyecto de dar a Venecia un sistema de alcantarillado centralizado y moderno.

Todo ello por el hecho de que se tendría que proceder a la reconstrucción de la propia Venecia y se llevó el compromiso de un mantenimiento existente de canales y fosas sépticas.